Auckland - Cape Reinga
El camino a Cape Reinga era largo, unas 5 horas aproximadamente. Salí temprano de Auckland con el coche de alquiler. Recorriendo la carretera pare para dar un paseo por una playa bonita llamada Waipu. La zona era preciosa, y enseguida me di cuenta: En Nueva Zelanda hay calidad de vida, zonas tranquilas, mucho deporte, unas casa, preciosas con vistas al océano, paz y tranquilidad.
Por el camino, los montes verdes repletos con (por suerte mía) el cielo azul era mi paisaje habitual y la verdad que lo disfrute mucho.
Por el camino también encontré llamas que eran negras como el carbón y llamaron mi atención. Creo que es un país donde todos los animales que viven allí son felices, porque viven de forma libre y con mucha paz.
Dunes
Llegando a la zona más norte de la isla norte, paré para ver un conocido spot con dunas de arena gigante, de hecho, una se llama Giant Sand Dunes.
La zona en sí se llama Te Paki y hay un parking al llegar con una zona de baños y pícnic y un pequeño rio que puedes cruzar y el agua te llega hasta los tobillos, aunque tiene un tono cobrizo por el contacto con la tierra.
Una vez cruzas puedes empezar la caminada por las dunas, que no tiene desperdicio por las vistas, pero también es verdad que cansa muchísimo andar por allí. Otra opción es alquilar una tabla de snow y bajar con ella por las dunas, lo cual es superdivertido, pero hay que tener equilibrio.
Es muy recomendable esta parada para andar un poco después de tantas horas de coche y hacer algo de ejercicio.
Parque Nacional Cape Reinga
Llegar a Cape Reinga es un espectáculo y tiene cierto simbolismo porque es el punto más norte de Nueva Zelanda. Una vez llegas hay una zona de párquing con baños, siempre en este país está todo muy bien acondicionado. Después puedes coger el Te Paki coastal Track, que es un sendero perfectamente señalizado con el que puedes ver las plazas de la zona oeste, que son preciosas, son playas largas con olas y puedes verlas desde la vista de pájaro lo cual es precioso. En la zona este también hay unas playas preciosas con un azul turquesa muy bonito y donde puedes ver como las diferentes corrientes y olas chocan entre ellas, un espectáculo de relajación que nos regala la naturaleza.
Con este camino también llegas al faro, que es el símbolo del punto más norte. Un faro blanco, precioso y enorme. El día fue maravilloso y pude disfrutar muchísimo de esta zona.
Tapotupotu Beach
La verdad que esta zona daría para muchos días porque hay varios caminos para inspeccionar, pero queda mucha isla por ver, así que empecé a bajar para poder estar un poco más cerca del próximo destino.
Antes de dejar Cape Reina me acerqué a ver una playa de la zona este, llamada Tapotupotu Beach, una playa bonita, aunque como empezaba la tarde, la luz quizás no era la mejor para poder apreciar esa preciosidad. Como siempre unas playas increíbles para ti, solo porque uno de los mejores regalos de Nueva Zelanda es que puedes disfrutar de auténticos paraísos sin apenas gente.
Pare a pasar la noche en un motel de Paihia, un pueblo costero bonito con un restaurante de comida india delicioso, de hecho hay muy buenos restaurantes indios en Nueva Zelanda, lo cual para mí es una gran ventaja, ya que adoro la comida india.