Pushkar
Nuestro nuevo destino era ir a Pushkar, una pequeña ciudad en Rajaksthan. La mañana la pasamos en el minibus, y aunque nuestro conductor, Jitu, quería que nos quedáramos a comer a las 11 de la mañana en la autopista, le dijimos que no, que preferíamos llegar y visitar la ciudad.
Al llegar fuimos directamente a callejear por el centro y era un paraíso lleno de tiendecitas con muchas cosas bonitas para comprar y a muy buen precio.
Seguía impactando el andar entre las vacas sagradas, y ver muchos locales con sus rituales y cuencos encima, pues estábamos en una ciudad donde había el lago sagrado.
Laura's cafe
Me habían recomendado este sitio y la verdad que merece una mención especial. Laura's cafe estaba en el centro, en la calle principal, y era una terraza increíble con vistas al lago.
El negocio era de una chica, Laura, de Ibiza, y su pareja que era hindú. Crearon una atmosfera perfecta entre Ibiza y Grecia, todo en blanco y azul con unas vistas increíbles. Además, sonaba música de fondo y parecía que hubiéramos hecho un parón del viaje.
Aunque para mí la comida hindú es deliciosa, nos vino bien hacer un paréntesis y comernos pan con tomate y tortilla de patatas. No sé si estaba muy buena o llevábamos tanto tiempo sin comerla que nos entró de lujo.
Al terminar de comer bailamos un poquito por la terraza porque estabamos solos.
Las calles de Pushkar
Después de comer nos fuimos de compras a la famosa calle que habíamos visto cosas que tanto nos habían llamado nuestra atención.
Las vacas estaban sentadas en medio de las tiendas, la ropa que tenían era increíble, bolsos superbonitos 2 euros, libretas hechas a mano con telas de la India era el paraíso perfecto para perderse.
Además, me gustó mucho el hecho de ver a los locales con sus trajes típicos y con los rituales de peregrinación al lago. Había unos chicos con una especie de balanzas donde llevaban el agua del lago a pie hasta su destinación. Esa ciudad fue sin duda de mis favoritas.
Ritual del Karma
Por la tarde nos fuimos a la zona oeste del lago. Allí había diferentes templos dedicados a diferentes dioses hindús, vimos uno de Shiba, y callejeando por esa zona veías a los sacerdotes y chamanes, pero nos avisaron, hay quien es real y algunos que lo hacen a modo de disfraz para sacar dinero a los turistas.
Después de andar por la zona fuimos a otro templo. Justo coincidía con un día especial y hacían el ritual del karma al que a precio simbólico nos dejaron sumarnos.
Para mí, fue un momento muy especial y bonito, pues ellos que viven tanto su fe entiendes y compartes más un poco de su cultura.
Nos dieron un plato de metal con pétalos de rosa, arroz, especies, hojas e hilo para el ritual. Nos sentamos a orillas del lago en una escalera y el chaman se puso enfrente nuestra, nos hizo repetir una serie de frases en su idioma y luego unos compromisos de fe, él fue quien nos bautizó en el ritual poniéndonos una pulsera de hilo que se tenía que caer por si sola con el tiempo, y nosotras dejar las ofrendas del plato metálico en el lago.
Yo no sé si es de verdad o no, pero sí que os puedo decir que la energía que sentí en ese lugar me cautivó, me encantó la buena vibra que había dentro de mí y me pareció uno de los momentazos del viaje, aunque tengo que decir que cada día era más increíble si era posible.
Jagat Palace
Jagat Palace fue el hotel donde nos alojamos en Pushkar y no nos vamos a engañar, era un hotelazo parecía un palacio. Los comedores, las habitaciones, todas tenían hasta el más mínimo detalle.
Había una enorme piscina donde nos bañamos por la tarde y por la mañana a primera hora y también un jardín enorme con diferentes zonas donde sentarse.
El servicio era muy amable e iban guapísimos vestidos.
El desayuno buffet era inmejorable, había de todo y el comedor parecía el comedor real. Para mi muy recomendado este hotel e incluso con más tiempo para poder aprovecharlo más.
Excursión al desierto
El grupo decidió que quería hacer la excursión al desierto, así que la hicimos. Había 2 formas de hacerla en camello o en jeep. El grupo se dividió y unos hicieron una cosa y otros la otra.
La verdad que el recorrido en camello fue muy largo, como casi 2 horas que subidos a un camello se hicieron un poco largas.
Al llegar al campamento, no es que fuera muy desierto eso, nos hicieron la cena y unas danzas tradicionales, entre ellas me reencontré con una chica de Holanda que había coincidido en un viaje, coincidencias de la vida que me hacen ilusión.
La salida en si, para mi te la puedes saltar.
Girraj Dharan temple
Nuestro próximo destino era Agra, y nos tocaban 9 horazas de coche porque teníamos que deshacer todo el Rajaksthan, Así que a medio camino paramos en el templo Girraj Dharan, que era un templo hindú muy bonito.
El templo con la arquitectura típica hindú de colores por la parte exterior y forma piramidal sin acabar en punta con todos los detalles era precioso para visitarlo. Dentro los locales estaban haciendo sus oraciones.
En ese templo que no es para nada turístico nos pararon para tomarnos fotos con ellos y nos querían contar muchas cosas que al no hablar inglés no conseguimos entender.