De Marsa Alam a Luxor en furgoneta
Para desplazarnos de Marsa Alam a Luxor eran unas 6-7 horas en coche. Hablamos con Ismael, pero nos sabía mal que tuviera que hacer tantos km, así que contactamos con Adam que era el chico del aribnb y el nos consiguió un transporte privado. En este caso no fue barato, nos costó unos 80€, pero necesitábamos encontrar la forma de llegar así que muy bien.
El camino era un desierto con un atardecer precioso, y también hicimos una parada para que el conductor descansase un poco y pudiera rezar y mientras le esperábamos vimos una luna llena increíble como salía detrás de una de esas montañas rocosas moviéndose muy deprisa y era una luna enorme. Pedimos un deseo porque nunca la habíamos visto así.
El único momento que pase miedo fue en este transporte. El conductor no hablaba inglés y cuando ya vi en el mapa que estábamos llegando a Luxor me enseño su móvil y me dijo que no escondiéramos en la parte trasera de la furgoneta y cerrásemos las cortinas para que la policía no nos viera. Yo no entendía nada porque justamente la policía es la que tiene cura de los turistas en ese país. Al final decidimos hacerle caso, pero yo en el móvil vi que nos alejábamos de Luxor y me empecé a poner nerviosa. Finalmente, al llegar al alojamiento se lo pregunté al propietario que sí que hablaba inglés y se trató de un atajo para llegar antes, pero es una carretera que solo pueden utilizar los locales, a los turistas les hacen dar la vuelta.
Alojamiento en Luxor
Decidimos alquilar un apartamento en West Bank,
Adam's apartment, en una zona tipo poblado, muy auténtica pero más tranquila, con callejones sin asfaltar, pero con mucho colorido. Las vistas a la zona de East Bank son muy bonitas, y de noche se ve espectacular el tempo de Luxor y toda la zona. El río Nilo es enorme y separa estas dos zonas, una de las mejores vistas en esta zona es durante el atardecer.
El propietario del apartamento se llama Adam y no ayudó muchísimo en todo lo que necesitábamos en Luxor. Se ocupó de encontrarnos un guía, recomendarnos sitios donde comprar, comer, cargar la tarjeta SIM del móvil e incluso si puede y quereis te acompaña porque le apasiona su trabajo. Nuestro piso estaba muy bien y tenía una zona de terraza arriba increíble con unas bonitas vistas de los globos sobrevolando la zona por la mañana. La verdad que es muy recomendable, pues está muy bien de precio.
La primera cena la hicimos con vistas en West Bank en el restaurante
Sunflowers, cuál propietario fue también nuestro guía los días siguientes por Luxor. Comimos una vez más el menú típico con sopa, verduras, kofta... Después dimos un paseo hasta casa junto a Adam que nos acompañó y pudimos ver los establecimientos de la zona, me llamó especialmente la atención la farmacia.
WEST BANK, colosos de Memnón
Nuestro día arranco con la visita del West Bank. Como os he dicho Amir, el propietario de Sunflowers fue nuestro guía. Nos vino a buscar a casa y ese día nos movimos en taxi privado.
Nuestra primera parada, que era la que estaba mas cerca del apartamento fue los colosos de Memnón. La verdad que lo vimos al llegar y no sabíamos que era tan importante.
Los colosos de Memnón es una zona arqueológica con dos enormes estatuas en la entrada de Amenofis III. Muestran el faraón mirando hacia la salida del sol y en la parte inferior de la estátua hay esculpida su madre, la reina Mutemwiya, y la reina Tiy, que era su esposa.
Andamos un poco por la zona y está bien aunque hacía mucha calor y como todo en esta parte de Luxor está al aire libre, entre arena y cuando cae el sol hace mucha calor. La parte más impresionante son las dos estatuas que he comentado que se encuentran en bastante buen estado.
Esta visita es corta, con 30 minutos lo has visto y puedes seguir con la ruta de visitas.
WEST BANK, el Valle de los Reyes
Llegamos atravesando montañas de arena al Valle de los Reyes. Del párquing al valle hay unos 10-15 minutos andando, pero en pleno sol pueden ser criminales, así que también hay unos carritos de golf que te acercan, muy recomendables.
Cuando llegamos lo primero que nos enseñó Amir fue la pirámide natural que se puede ver en la cima de una de las montañas del valle y que ves perfectamente su forma y terminación en punta.
El valle es un conjunto de tumbas de faraones que está en continua exploración porque descubren constantemente cosas. Entramos en una de las tumbas que hacía solo 3 meses que estaba abierta al público. También entramos en la más profunda. Todas ellas tienen un espacio hasta que llegas con paredes llenas de jeroglíficos egipcios de colores. La mayoría de las pinturas se encuentran en muy buen estado. La tumba en sí, ves poco, solo el sarcófago, pero la experiencia de entrar bajo tierra se debe hacer.
La tumba de Tutánkamon se paga aparte, y decidimos no entrar porque todas son parecidas.
WEST BANK , el templo de Hatshepsut
Hicimos una parada para ver los artesanos que trabajaban con las piedras calcáreas que se encuentran en esta zona y vimos las manualidades que hacen.
Después nos dirigimos al templo de Hatshepsut. La verdad que ese templo me impactó, seguíamos con el paisaje árido y de golpe entre montañas, ese templo era espectacular. Conforme vas llegando y te vas acercando, se hace más y más grande y vas pudiendo ver todos los detalles, las columnas con los faraones, etc. Es el único templo funerario dedicado a una mujer y está construido en la roca excavada, lo cual es parte de su encanto.
La visita no es muy larga, en unos 50-70 minutos puedes verlo perfectamente. Puedes acceder al interior, ver las terrazas, subir la escalinata y tomarse fotos. El problema es que toda la parte de la entrada está destruida y queda poco de lo que fue. Puedes ver alguna esfinge, pero aun así no están en muy buen estado.
Atardecer en el Nilo
Un planazo cuando estás en Luxor, es ver un atardecer desde el río en una pequeña barquita. Adam, el propietario de nuestro apartamento, nos acompañó e incluso cenamos en el barquito, fue una muy bonita experiencia.
Contratamos esta salida con la cena incluida por 7€ por cabeza. Las barquitas son pequeñas y los asientos están forrados con telas típicas egipcias. Navegar por el Nilo al atardecer es conectar, es tranquilidad, es respirar, es francamente una experiencia que no os podéis perder. Ves a un lado los templos de Luxor y al otro el poblado, los campos e incluso la gente trabajando con búfalos en los campos de arroz, me recordó a Bali.
Hicimos una parada en Banana Island, una isla llena de bananos, donde vimos las flores antes del fruto y una vida muy humilde de los que vivían allí. También tienen herramientas de campo antiguas y animales salvajes.
La cena fue otra vez el menú que siempre tomamos, pero fue genial porque después de cenar subimos a l'azotea del barco y con el barco flotando y las luces de Luxor nos despedimos del día.
EAST BANK, templo de Karnak
Dedicamos otro día entero al West bank. Por la mañana cruzamos el río en barca por 50 céntimos, y cogimos un Taxi a Karnak temple.
El templo es muy grande, y hay muchas partes en él. Algunas ahora no las puedes visitar. Unas están cerradas, y otras no se han conservado. La entrada está llena de esfinges y la verdad que es un templo imponente.
Una vez cruzas la primera parte del templo llegas a la joya de este recinto: la sala de las columnas. Son altísimas y con jeroglíficos en sus paredes. Andar por allí te hace sentir realmente pequeña, los rayos de sol que cuelan entre las columnas y crean un espacio muy especial y bonito. Me encantó este templo.
Llegamos a la zona del lago, en él hay el escarabajo de la suerte, te aconsejan dar 7 vueltas a él para tener suerte. Enfrente hay un lago donde hay un bar y puedes tomar algo y refrescarte que con el calor se agradece. Además, hay una tiende de souvenirs bonitos que merece la pena.
Este templo es uno de los que sí o sí se tienen que visitar en Luxor
EAST BANK, perdidas por el mercado local
Al salir de Karnak cogimos un bus local, es decir, una furgoneta con la puerta abierta donde los locales van amontonados. Nos impactó la verdad, los olores, el ir sentada al lado de la puerta abierta que parece que te caes, la cantidad de gente que va dentro, fue toda una experiencia.
En el mercado local por dónde nos paseábamos era impactante, la verdad que menos mal que íbamos con el guía porque nos sentíamos diferentes y nos miraban. Todas las mujeres iban tapadas, la mayoría con burkas, y claro nosotras íbamos con ropa de verano porque hacía mucha calor.
La autenticidad de Egipto la vimos en ese tramo andando por la calle, oyendo la llamada a la oración de la mezquita, viendo al carnicero con las piezas de carne colgando, las antiguas balanzas donde pesar lo que querían comprar, los tenderetes de especies, el pan recién hecho salido de una panadería con un señor que llevaba la bandeja en la cabeza.
Ese paseo me encantó, y en un tenderete compré especies, entre ellas índigo, que nunca había sabido de ella y me dijeron que la podía usar para lavar la ropa blanca, que de hecho es como ellos consiguen que la ropa blanca siga teniendo el blanco puro tan difícil de mantener.
EAST BANK, templo de Luxor
El templo de Luxor fue nuestra última parada antes de ir un ratito a una piscina a descansar i pasar un poquito el calorazo que hacía en abril en Luxor.
Luxor temple también era maravilloso, columnas infinitas en forma de paseo para andar entre ellas, no había mucha gente por suerte. Estatuas altísimas de los faraones... Y lo mejor de todo es su ubicación, ya que está al lado del río Nilo.
La visita es rápida si no quieres entretenerte con todos los jeroglíficos, así que en 1 hora aproximadamente lo tienes visto.
Al terminar fuimos al apartamento a comer, nos despedimos de Amir que fue el guía los 2 días, y caminando el segundo día hacia el apartamento unos trabajadores de un hotel antes de llegar a nuestro hogar nos dijeron que hacía mucha calor y que podíamos ir a la piscina de su hotel a bañarnos, así que decidimos aceptar la invitación, y descansamos, nos refrescamos y desconectamos un poco antes de coger nuestro último vuelo de ruta a El Cairo.
Los 2 vuelos internos los hicimos con Egypt Air, les recomiendo enormemente esta compañía, por el precio y por la comodidad de los aviones.