El norte de Bali una maravilla fuera del turismo masificado
El norte de Bali sigue siendo una maravilla! Así que porque me gustó mucho Bali hace 10 años y me enamore de una isla sin tanta masificación, voy a compartir imágenes de la zona norte, pero sin poner las ubicaciones precisas, pues se merece seguir siendo mágico y especial como era toda la isla hace años.
Salimos de Ubud con Julien, un chico que conocí en la homestay y alquilamos una moto juntos para recorrer el norte, así que nos levantamos pronto, desayunamos y a sentir la libertad de ir en moto entre una vegetación verde ¡Espectacular!
Cascada espectacular
Nuestra primera parada fue una cascada en medio de la naturaleza, ¡que era espectacular! Tuvimos que bajar bastante y la subida es cansina, pero merece la pena sin duda.
La cascada es muy alta y hay un pequeño lago donde nadar al final del salto. La vegetación de alrededor es increíble. Y además hay varios puntos bajando de donde observar la cascada que sin duda merecen la pena.
Justamente en la cascada había gente, pero tampoco mucha, aunque justo en esta encontramos un poco de turisteo porque la zona de arriba está preparada para ello con columpios, un café y demás.
Templo holi
Dirigiéndonos hacia el norte sin rumbo concreto, descubrimos un templo de purificación al que decidimos entrar porque nos pareció muy auténtico y lleno de locales.
En la entrada nos pusieron un batik y entramos. El templo rodeado de naturaleza y con cascadas naturales era una pasada. Un chico de Denpasar nos explicó todo el ritual y nos invitó a hacerlo, así que entramos en una agua congelada, empezamos por la primera cascada y fui os recorriendo todas, incluso el altar sagrado fue una experiencia única e irrepetible y como dice Julien fuimos bendecidos. Éramos los 2 únicos turistas.
Perdidos entre arrozales
Siguiendo en ruta llegó la hora de comer y descubrimos un café muy moderno, con un diseño precioso, hecho de microcemento que era un balcón a unas terrazas de arroz increíbles y con una comida muy buena y buen café.
La música del local era muy buena, así que fue un perfecto oasis para poder descansar un rato antes de seguir. Preguntamos si había arrozales cerca y decidimos ir a dar un paseo después de la comida.
Las vistas eran preciosas, realmente miraras a donde miraras parecía una postal. Nos divertimos horas andando entre ellos y Julien cantándome toda su lista de spotify.
Final del día
Para despedir el día, un atardecer entre arrozales, un masaje balines donde encontramos, sitio porque muchos spas estaban llenos, uma cena en un Warung e ir a bailar por la noche bajo las estrellas.