Tenía muchas ganas de ir a Nusa Lembongan porque fue una isla donde estuve hace años, tengo muy buen recuerdo y es donde me saqué el certificado de buceo. Me fui de Padang Bai en una barca con solo locales y nos dejaron en el puerto de Nusa Ceringan por lo que tuve un largo recorrido hasta mi hostal que se encontraba en Lembongan. Decidí ir en moto porque es más barato, aunque el viaje con la mochila fue un poco una odisea, pero fue divertido.
Recorrer el puente amarillo, ver la bahía donde recolectan algas, la verdad que estar allí era como estar en casa. 
Aunque hay que decir que en 9 años la isla ha experimentado un gran cambio, yo vine a una isla pequeña aún bastante virgen y ahora queda poco de eso, incluso la escuela de buceo no está y la piscina en la que hacíamos las prácticas estaba medio en ruinas y la verdad que se te rompe un poco el corazón, pero como en todo hay que dejar espacio a lo nuevo.

Una de las cosas que deseaba era tomarme otra vez uno de los mejores smoothies que me he tomado en mi vida.
No me acordaba del nombre del lugar, pero sí del aspecto y donde estaba, así que empecé a andar y cuando vi el nombre ¡Lo recordé! Bali Eco Deli, había cambiado el aspecto, pero seguía siendo ese sitio.
Entré y estaba precioso, es como estar en medio de la selva, y después mire la carta y allí estaba el famoso Morning Dates hecho a base de dátiles, avena, avellanas, plátano, canela y crema de coco llena mucho, pero tiene un sabor increíble y con eso ya no necesitas nada más para pasar el día.

Tenía medio día por delante, así que decidí ir a la playa de Jungutbatu porque me quedaba cerca del hotel y había varios warungs donde puedes comer y disfrutar de la piscina con vistas al mar. Es una playa donde se practica surf, buceo y yoga.
Además, tienen tumbonas donde te puedes sentar y relajarte. Así que estuve leyendo por la tarde, relajándome, bañándome sobre todo en la piscina porque hay marea en esta zona y durante la tarde está muy baja así que dificulta el baño, y finalmente tuve un atardecer espectacular con un rojizo en el cielo que no había visto nunca, y es que esta playa está enfocada justo donde se pone el sol.
 

Un día decidir alquilar una moto e ir a explorar la isla. Como ya había estado hace 9 años fui a ver el antiguo centro de buceo que ya no estaba, había muchísimos resorts nuevos y restaurantes y había cambiado mucho. 
Fui a la zona de los manglares, que antes era una zona salvaje llena de palmeras y ahora estaba toda edificada con beach clubs.
Aun así la onda de esta isla me encanta, se pueden practicar todo tipo de deportes y está superbién, la gente es encantadora y es relativamente pequeña por lo que es perfecta para alquilar una moto, aunque las carreteras no están en muy buen estado comparado con otras zonas.

Decidí investigar camino a Ceringan y descubrí toda la colina donde se encuentra Sand bay, un Beach club con playa que está muy bien, Mushroom Bay, pero estaba llena de barcos de turistas que llegaban y decidí seguir. 
En esa zona hay un montón de locales bonitos donde tomarse algo y comer. Finalmente, llegué a Dream Beach, la playa seguía siendo igual con muchas olas, pero con más gente, pero el columpio con vistas a la playa que estaba en un árbol ya estaba todo edificado y la verdad que se veía muy diferente. Es lo que más pena me dio de este viaje ver cosas que eran bonitas y realmente han cambiado.

Inspeccionando la isla crucé el famoso puente amarillo dirección Ceringan pude ver toda la bahía que es de un color turquesa precioso y es uno de los puntos donde recolectan algas, así que pude observar el proceso y ver el secado al otro lado del puente. Hacía mucha calor y veía sitios donde parar a comer con piscina que me encantaron. ¡Pero mi intuición me decía continua, así que creí en ella y llegue a Arna un auténtico paraíso que llevaba solo 1 mes abierto y es increíble!
Arna es un pequeño oasis, un increíble Beach club con una piscina infinita al mar y vistas a la Blue Lagoon. Las camas balinesas son gratis, solo tienes que consumir y los precios no son nada caros, por el momento imagino que es porque acaban de abrir. El personal es superatento y pase el resto del día allí porque además la piscina da al atardecer y las vistas son inmejorables. Una chica de Nepal que conocí en Ubud vio que estaba en la isla, así que me mandó un whatsapp y se vino al Beach club. Al atardecer además, hay un dj que pone música y parece que estés en Grecia, sin lugar a dudas, un must en la isla antes de que se ponga todo turístico y suban los precios.

Arna creo que será uno de los sitios de moda en breves durante el atardecer. Lo tienes justo enfrente, las vistas son inmejorables y puedes bañarte en su piscina de forma gratuita. 
Creo que la mejor forma de describirlo sería un balcón acuático sobre el mar con vistas a la puesta de sol rojiza de Indonesia.
Sí que es cierto que es un hotel también con tiendas de campaña lujosas estilo glamcamping con bonitos acabados y al anochecer con las luces parece una película. Al atardecer hay más gente en el club que durante el día, pero no importa. 

Las noches en Lembongan me encantan, están llenas de locales con música en directo, hay mucha variedad de comidas y de restaurantes y él ambiente es adulto, tranquilo y me gusta. 
La música en directo es genial, aunque tocan las mismas canciones en todas partes.
Descubrimos un sitio para cenar donde hacían pescado fresco a la brasa que la verdad estaba buenísimo y no era nada caro, pues era un warung local.
La isla es supersegura, puedes ir andando o si has alquilado la moto puedes cogerla para ir un poco más lejos o cambiar de zona para cenar.