Alojamiento en Goreme
Capadoccia era un imprescindible del viaje a Turquia, y aunque hay muchas zonas donde alojarse en la Capadoccia mi consejo es ir a Goreme y buscar un hotel que tenga una terraza para poder tener buenas vistas.
En mi caso escogí Bedrock Cave Hotel, un hotel en una cueva muy cómodo y con una terraza muy bonita con buenas vistas. El personal fue muy muy amable y el desayuno incluido un lujo porque era un buffet enorme con comida recién hecha, aunque seguía habiendo pepino y aceitunas, entre otras.
Hay muchas opciones con diferentes precios, pero sin duda consultar el tipo de terraza que tienen y si es verano, que haya piscina.
Vuelo en globo al amaneceer
Ir a la Capadoccia y no subir en un globo no entraba en mis planes, así que aprovechando los buenos precios que había en este momento decidí hacer la excursión.
Un detalle importante coge más de una noche porque a veces por condiciones meteorológicas los globos no pueden volar, y coge la excursión siempre por el primer día, así si no puedes volar al otro tienes una nueva oportunidad.
La recogida es temprano, era a las 3:15 de la madrugada, vino una furgoneta y nos llevó a un descampado donde ya empezaban a inflarse los globos aerostáticos. Aún era de noche y era bonito ver como se prendía el fuego y el aire caliente iba llenando el globo. Las cestas estaban divididas en compartimentos y cabían en total unas 20 personas.
Justo antes del amanecer empezamos a subir y fue una experiencia increíblemente preciosa, ver el valle de Goreme, con todos los globos volando el valle. Casi se me cayeron las lágrimas porque se me puso la piel de gallina, qué belleza... El sol iba saliendo, parecía una bola de fuego rojo, era impactante. Me encantó, la verdad, es una experiencia única en la vida y muy relajante. Subimos bastante con el globo y la verdad que nunca tuve sensación de vértigo ni miedo.
Al bajar el equipo nos vino a buscar con el remolque, subieron el globo al remolque y brindamos con una bebida de cereza mientras nos daban el certificado conforme hemos volado en la Capadoccia. Antes de subir también nos dieron desayuno, un zumo, un botellín de agua y un croissant.
Goreme
Goreme es la ciudad principal donde alojarse en al Capadocia y donde sobrevuelan los globos. La verdad que a mí me gustó mucho, aunque sí que notas que es una ciudad turística, pero hay buen ambiente, está la mayor parte excavada en la roca y los hoteles son dentro de cuevas, la gran mayoría.
Hay un montón de tiendas, las que más me llamaron la atención, una de alfombras, que literalmente es un museo al aire libre, y las famosas calabazas con luces bonitas que ves en toda Turquía y encontré una pequeña tienda local artesanal que llamó mucho mi atención.
El hotel que cogimos no tenía piscina y el calor en la Capadocia es fuerte, así que decidimos ir a otro hotel para poder hacer uso de la piscina y relajarnos un poco después del madrugón del vuelo en globo. También hay varios miradores donde puedes observar Goreme, y uno muy famoso para ir a ver el amanecer o el atardecer.
Para cenar en la Capadoccia es típico degustar el pottery kebab, un kebab dentro de un recipiente de cerámica que cuecen a fuego vivo y te sirven en la mesa dando golpes al recipiente y la verdad que es como un guiso que está muy bueno.
Kayra rooftop
Es sin duda el the place to be en la Capadocia, un bar con vistas donde puedes cenar y tomar algo.
También suele haber un grupo tocando música y la verdad que la escena es para llorar, la luz del atardecer, la música, el lugar, simplemente es magia. Sí que es cierto que está un poco abarrotado y la comida no es la mejor, pero aun merece la pena visitarlo.
No tuvimos suerte la segunda noche, por eso es importante coger más de una en Capadocia porque a causa de las fuertes rachas de viento no pudieron volar. Cierto es que yo ya había hecho el vuelo el primer día, pero, aun así, me hubiera gustado volver a ver el cielo lleno de globos con el amanecer porque da una paz y tranquilidad y es precioso.
Aun así, la verdad que el amanecer fue igualmente una locura, los colores eran muy vivos y potentes y parecía que el cielo ardía con la salida del sol. A lo lejos veías en las diferentes terrazas gente tomando fotos y relajándose. Lo mejor de despertarse para el amanecer es volver y dormir un poco más antes de disfrutar del maravilloso desayuno en la terraza.
Castillo Uchisar
Hay muchísimas cosas que visitar en Capadocia, pero si que es verdad que si vas en verano hace mucha calor, así que alterné las visitas con siestas en la piscina.
Uchisar está relativamente cerca de Goreme. Para moverme alquilamos un coche y la verdad que es mucho más cómodo. Desde Goreme mismo puedes ver el castillo de Uchisar y merece la pena visitarlo.
Hay que pagar entrada, pero hay unas buenas vistas de los valles y entrar dentro es interesante por las formaciones y huecos excavados en la roca.
En el mismo castillo, siguiendo todo Turquía, puedes ver diferentes banderas de Turquía hasta llegar a la más alta que olea en la cúspide del castillo.
Pigeon Valley
Justo debajo del castillo de Uchisar, puedes encontrar un valle con las formaciones rocosas de la Capadocia, son como antiguas casas y aún puedes ver algunas con tiendas dentro o viviendas.
Ande por allí justo a mediodía, así que el calor ese día era bastante insoportable, pero merecía la pena porque lo puede ver sin masificaciones. La visita es gratuita y puedes hacer el trekking por la zona tan largo como te apetezca. En mi caso me apetecía ver las panorámicas y acercarse un poco a algunas, pasar por dentro, visitar y poco más así que invertí aproximadamente una hora en esa zona. En la Capadocia hay 2 circuitos famosos que visitar el verde y el rojo, en este caso todo esto forma parte del circuito rojo.
Ugrup
Recorriendo la zona más próxima a Goreme con el coche dimos con Ugrup donde puedes visitar los famosos champiñones los cuales puedes ver desde la carretera, pero si quieres estacionar te hacen pagar para verlos 5 minutos. Si sigues recto y vas donde está el cartel de Ugrup puedes verlos de forma gratuita aunque un poco más lejos.
También llegamos a Pasabag, también conocido por el valle de los monjes, que también se tiene que pagar entrada para ver estas curiosas estructuras rocosas que recuerdan a un monje o para los más atrevidos y con una mirada más sexual al miembro masculino.
Devrent Valley
Devrent valley es también conocido por el valle de la imaginación y es que razón no le falta. Las formaciones rocosas son increíbles y tienen formas muy divertidas, puedes jugar a lo que vas viendo como si de nubes se tratara. Yo encontré samuráis, caballos, camellos y otros animales.
El acceso es gratuito y lo divertido es hacer una caminada, es importante llevar un buen calzado, ya que son subidas y bajadas, y puedes ir viendo el valle desde diferentes perspectivas. Mientras andas puedes ver lagartos que se camuflan perfectamente entre las rocas.
Si vas al atardecer el color de la roca es aún más rojizo, lo cual lo hace más especial y bonito. Unos 40 minutos es suficiente para visitarlo y tomar alguna foto divertida.
Valle de las rosas y valle rojo
Si hay un punto famoso en la zona donde poder ver un bonito atardecer es el Panorama Point en el valle rojo donde puedes observar el valle de las rosas justo delante de ti en la parte inferior y al lado el valle rojo que puedes diferenciarlo por el color rojizo de la roca que es aprecia perfectamente.
Puedes ir a dar un paseo por los valles o simplemente puedes sentarte a ver el atardecer, ese punto me lo recomendó un local que encontramos por la carretera y fue el mejor sitio. Allí hay un montón de gente local que van con las sillas y con el pícnic y cenan mientras ven la magia del atardecer.
El día que fui el atardecer era precioso, el sol parecía una bola de fuego rojo y cuando ves como la luz impacta en las formaciones rocosas es otra de esas imágenes de retina para memorizar y volver a ellas cuando estás inmersa en tu rutina del día a día.
Hay otras opciones para visitar estos valles como hacerlo en quad, una de las salidas más famosas es hacerlo también al atardecer para poder apreciar estos colores de otra forma.
Para llegar al punto la carretera tiene el efecto embudo y hay que pagar una tasa para aparcar, es importante tenerlo en cuenta a la hora de volver porque si te vas con la calma el tráfico puede ser horroroso.
Cañon de Ihlara
En la ruta verde, la cual visitas sitios de la Capadocia un poco más alejados, uno de los puntos es el Cañon de Ihlara, está a 1 hora aproximadamente.
El cañón está bien, aunque si no disponéis de mucho tiempo para mí no sería una de las visitas imprescindibles, especialmente si has visto otros sitios como el Gran Cañón del Colorado.
Puedes verlo desde el punto panorámico o puedes hacer una ruta por dentro de él a pie o en caballo.
El paisaje de camino es muy interesante porque recorrer incluso largos campos de girasoles entre campos de otros cultivos.
Kaymakli ciudad subterranea
Una de las curiosidades sin duda a visitar en la Capadocia son sus famosas ciudades subterráneas, hay varias y yo decidí visitar al Kaymakli una de las más famosas con coste d'entrada. Antes de empezar merece la pena decir que no es apto para aquellas personas que padecen claustrofobia, pues yo tengo un poco y en algunos túneles se me hicieron muy largos.
Es increíble como piensas que allí vivía tanta gente y lo enorme que es. La que yo visité había 5 plantas y cada vez que entras en un espacio ponen lo que era anteriormente, pude visitar la cocina, la iglesia, entre otros. Es divertido recorrer los espacios que por suerte cada pocos metros encuentras estancias anchas para relajarte.
Love valley
Love Valley es un valle precioso muy cerca de Goreme, que da un ligero recuerdo al de los monjes pero con entrada gratuita. Es un valle con vistas panorámicas donde puedes ver bastantes atracciones turísticas, e incluso árboles de los deseos con sus pequeños objetos de cerámica colgados.
Si bajas y haces un poco de ruta por el valle te das cuenta de lo grandes que son esas formaciones rocosas. Su forma alargada puede recordarte a muchas cosas, incluso para los más atrevidos a algo más picante.
Puedes ir subiendo, incluso en algunas formaciones puedes entrar y hay como un pequeño túnel dentro. La verdad que está bien poder andar un poco por la zona y descubrir las diferentes perspectivas del valle. Yo recomiendo unos 45 minutos o 1 hora para recorrerlo, ya depende del tiempo que quieran emplear haciendo fotos.
Avanos
El chico del hotel que era muy amable nos recomendó ir a Avanos especialmente dice que es un lugar con ambiente para salir a cenar.
Al disfrutar de las noches en Goreme, no pude disfrutar de las de Avanos, pero aun así fui a visitarlo y sorpresa, era un bonito pueblo en torno de un río, lo cual le daba un poco más de aire fresquito. Hay buenas cafeterías donde encontrar café de especialidad.
El pueblo en sí tiene una zona del casco viejo que es donde merece la pena ir, la entrada está decorada con cerámicas y ya te das cuenta rápidamente que es un pueblo de artesanos y artistas locales.
En él descubri una pequeña tienda con unas piezas cerámicas de las que te enamoras rápidamente que podías dar una clase de cerámica con Chez Bircan. Me encantó dar esa clase por 6€ y llevarme ese pequeño jarrón que había hecho con mucho cariño, con su ayuda y con un torno antiguo que tenías que girar tú mismo con el pie. Fue muy auténtico y una de las experiencias que recomiendo que hagan. Tardas muy poco tiempo y el resultado es preciso, además todos los hace diferentes. Te lo puedes llevar aunque está tierno y hay que vigilar hasta que endurezca.
También nos mostró como hace cerámica de 2 colores con dos barros diferentes, es un sabio artesano que no duda en compartir todo su conocimiento. Si tenéis la oportunidad de ir y os gusta la cerámica por 6€ y llevándote la pieza si o si es un must en esta zona de la Capadocia.
La Capadocia es un imprescindible en un viaje a Turquía y no puedes no ir. Es importante coger el vuelo, no hace falta con antelación, ellos siempre tienen opciones disponibles, pero sí que es importante sobrevolar el valle de Goreme.
Es una zona turística donde hay que prepararse para los madrugones, pero paralelamente está bien porque así esquivas un poco el calor que hace. También es importante dejar espacio para poder relajarse un poco y disfrutar de esas vistas de un lugar único en el mundo con unas imágenes que se quedaran para siempre en mi corazón.