CUBA, la isla bonita.
Y.... nos fuimos!!
La verdad que estaba en un momento personal muy difícil y noté que necesitaba viajar para coger fuerzas. Tenía claro que quería irme lejos, pero no me encontraba valiente para ir sola, pero a la vez no quería estar con nadie que sabía lo que me había pasado porque hablar con los míos me recordaba a diario lo injusto que había sido todo.
Y llegó... Empecé a buscar y conocí los solo travelers, para viajar con un grupo de desconocidos, pero sin ser singles ni nada, simplemente gente desconocida que les une una pasión: VIAJAR.
Y así fue como me uní a WeRoad. Me esperaban 15 días con gente que no conocía en la isla bonita a ritmo de salsa, mojitos y playas de ensueño, justo lo que quería, esa perfecta burbuja de aire que necesitaba en mi vida.
En esta ocasión era un viaje alternativo, con alojamientos con gente local sin lujos, y un grupo de 11 personas que pasaron de desconocidos a una pequeña familia.
Rumbo al aeropuerto, me encontré en Barcelona con 2 chicas del grupo, en Madrid dónde hicimos escala, conocí a 4 chicas más y al coordinador. Y en La Habana al resto del grupo.
La verdad que en ese aeropuerto fue todo super fácil, 7 chicas solas nos llevamos rápidamente super bién y no tenía ni idea que acabaríamos siendo el mejor grupo de la historia y que Cuba sería el punto de inflexión que necesitaba en mi vida en el 2022.
Welcome to Cuba
Al llegar al aeropuerto de la Habana nos estaba esperando el coordinador con un amigo suyo cubano que nos vino a buscar con una furgoneta taxi para llevarnos al alojamiento.
Nos dio la bienvenida con una botella de ron, la típica bienvenida cubana porque ellos lo tomas tal cual, sin hielo ni nada. Así que ya empezó l'aventura en el taxi bar que íbamos todas mientras nos contaba un poco sobre su país.
La humedad era considerable y la verdad que agobiaba un poco al principio, pero Cuba olía a verano, a ganas de pasarlo bien, a esto va a salir bien y además conseguirás lo que has venido a buscar.
Pocas impresiones a primera vista porque ya era de noche, pero si que pasamos por la plaza de la revolución y vimos la cara del Che iluminada y la de Camilo. Pasamos por diferentes barrios de diferentes niveles adquisitivos y nos dirigimos al apartamento que se encontraba en un rascacielos de la Habana: AHT Luxury Ocean View Apartments.
La verdad que no tenía nada de Luxury y nnos comentaron que era más seguro subir en ascensor que subir por las escaleras. Nuestro apartamento al estar en la planta 16 era tan arriba que el agua no llegaba bien y solo había un hilito para lavarnos, así que empezaba la aventura en un país dónde no encuentras nada porque necesitan de todo, un país que agradecen cualquier cosa que les traigas.
Al llegar al alojamiento estaban los 3 que faltaban por conocer y tener el grupo completo. Esa noche hicimos las presentaciones y nos prepararon una cena típica cubana:
Plátano frito, verdura, arroz, ropa vieja y un dulce muy dulce. ¡La verdad que estaba todo buenísimo!
Para beber nos dieron cuba libre con garrafones, porque el alcohol en Cuba no era un problema, pero eso si, el agua la tenían que hervir antes de consumirla porque era del grifo. En el momento en que yo visité Cuba, el agua embotellada costaba de encontrar y era muy cara.
Primer despertar en CUBA
A la mañana siguiente la verdad que las vistas eran increíbles, podías ver la Habana desde el cielo y el mar al fondo era super bonito. La zona donde estábamos se veía bien, pero sí que es verdad que todo allí era como retroceder en el tiempo, pero en color, los coches de colores están por todas partes, la gente sonríe, la música se oye… puedes llenar los 5 sentidos nada más aterrizar.
Y empezamos la ruta por la isla, porque visitar la Habana propiamente lo haríamos al final de viaje. Nos vino a buscar un autobús y tras 3-4 horas de paisajes llenos de vegetación llegamos al valle de Viñales.