Siquijor

Bienvenidos a Siquijor

Esta isla es sin duda una de mis favoritas, no es lo que tiene sino el "vibe"" de la isla. Llegamos con un ferry de 2 horas desde Bohol, pero llovía y nos llevaron a los 6 más maletas en un tuk tuk que no podía subir la cuesta y teníamos que empujarlo. Una aventura aunque nos reímos un montón.
Nos alojamos en la zona de San Juan, en unas cabañas llamadas Dwarf Guest House que la verdad que estaban muy bien. ¡Es un proyecto nuevo, los propietarios eran superamables y nos trataron genial! Además, estaba cerca de un restaurante italiano llamado Dolce Amore donde comimos varios días porque estaba muy rico y queríamos un poco de comida italiana, la verdad.

1r sunset y último del viaje

Después de las 2  horas de ferry y el transporte con el tuk tuk que fue muy lento, llegamos pasadas las 3 de la tarde, así que solo nos dio tiempo a ir a comer al Dolce amore, que es muy bueno, pero muy lento, todo a ritmo filipino. Terminamos hacia las 6 de la tarde así que solo nos dio tiempo a ir a una playa que estaba cerca de nuestro hostel, llamada Paliton Beach, pero que tenía uno de los atardeceres más bonitos de la isla. Por primera y última vez en nuestro viaje a Filipinas vimos el atardecer, aunque tuvimos que pagar otra vez una tasa para acceder a la playa.
Allí entre barcas filipinas conocimos un grupo de filipinos y estuvimos hablando un buen rato con ellos. Nos invitaron a un trago de un licor filipino que era muy fuerte y nos contaron un poco de su vida y de la isla en la que íbamos a estar 2 días más.

Noche y dia en Siquijor

La primera noche al ser temporada baja no había mucho ambiente, así que decidimos inspeccionar con la moto la zona de San Juan. Encontramos un local llamado Island Vibes Cafe, que era bonito y por eso nos fijamos. Al entrar no había gente, pero a las 23:00 se llenó y nos pegamos una fiesta, que para mí fue una de las mejores de todo el viaje. Revolucionamos Siquijor y no diremos nada más.
A la mañana siguiente nos fuimos a hacer snorkel en una zona que nos habían recomendado por la variedad de peces que puedes ver que está justo detrás de Coco Grove Beach Resort.

Lagaan falls

Después del bonito snorkel que hicimos, nos fuimos a hacer una ruta de cascadas. La primera parada fue Lagaan falls, no son las cataratas más famosas de la isla, pero vimos que podían ser bonitas y con menos gente. Llegamos con las motos después de un difícil camino de tierra y contratamos a un guía que nos acompañó. 
Esta cascada era pequeñita, pero muy bonita, la vegetación fue espectacular. Había una roca con la cascada donde nos podíamos tirar como si fueran toboganes de agua y también había un columpio al lado para saltar. ¡Había poca gente y la verdad que se estaba superbién!
El guía nos hizo de dron humano tomando imágenes con nuestro móvil mientras se tiraba por el columpio.

Cabugsayan Falls

Nuestro guía local que nos acompañó nos quiso enseñar otras cascadas menos turísticas pero muy bonitas llamadas Cabugsayan falls. Al final decidimos ir y fue una grata sorpresa. 
Bajamos unos escalones hasta una zona de río donde nos vino a buscar una barca de bambú. Nos la dejaban llevar a nosotros mismos y llegamos a unas cascadas con trampolín y columpio en medio de una vegetación espectacular que francamente me dejo anonadada.
Estábamos solos, solo había 4 niños locales que jugaban y ese sitio es una pasada. Sin duda muy recomendable, uno de los must en la isla.

Cambugahay falls

Paramos a comer en Lazi en un local de un hombre hawaiano llamado el Monte Cafe. La comida era barata y rica y comimos un plato típico de la zona a base de carne y huevo muy bueno.
Seguimos con las motos hasta Cambugahay falls. Solo llegar ya nos dimos cuenta de que era extremadamente turístico. Había muchas motos aparcadas, puestos donde comprar bananas asadas y otros productos. Bajamos más de 100 escalones y llegamos a las cascadas. 
Son bonitas, pero hay que pagar por entrar, por subirte a la barca de bambú para tomar fotos, para saltar... Y la verdad es que eso no me gusto, un sitio con una naturaleza increíble parecía un parque temático. Eso sí, las cataratas son grandes y bonitas.

Últimas horas en Siquijor

De vuelta a casa, una ducha y salimos a cenar en nuestra última noche en esta bonita isla. Cenamos en un hotel muy bonito con cabañitas llamado, Tahanan Resort.
A la mañana siguiente cogimos un ferry de 2 horas a Cebú. Fue el peor viaje en ferry de mi vida, pero sí que es verdad que me encanto conocer a una pareja de jubilados austriacos que se enamoraron en Siquijor de jóvenes y ahora vivían allí. Por el mundo hay gente con historias preciosas por descubrir.
En Cebú teníamos que hacer noche porque no había vuelo hasta la mañana a nuestro siguiente destino y nos alojamos en unos apartamentos muy guais cerca del aeropuerto llamados Clockworkorange Luxury suites. Allí hicimos noche de chicas, mascarillas, peli y palomitas.