La zona de Waikato es la zona interior bajando por el lado de Auckland.  Pase la noche en un Airbnb precioso llamado Little gem en Hamilton, una ciudad que no tiene nada, pero hay una calle en el centro con restaurantes y bares y en concreto cené en un mexicano llamado El Mexicano Zapata Cantina donde hacen una comida muy rica. A la gente de Nueva Zelanda le hace especial gracia Hamilton, pues dicen que los que viven allí están locos, aunque personalmente creo que un poco locos están en todos lados. La ciudad la recomiendo justo para hacer noche porque es fácil encontrar alojamiento y es bastante barato pero para nada más.

 

De camino a Hobbiton pare a desayunar en un pueblo llamado Cambridge. Una preciosa zona residencial, ideal para familias y la verdad es que parecía un vecindario sacado de una serie de estas donde todo es perfecto y enorme. Las casas eran para gente rica y en el barrio se respiraba tranquilidad y familiaridad.
Para desayunar encontré un rico café al lado de un centro de pilates llamado Saint Kilda cafe & Bistro y tengo que confesar que sigo soñando con los huevos beneddict que me pedí en ese lugar. Eran perfectos y en lugar de pan me pusieron un rosti de patata espectacular. El café también estaba muy bueno, tenían internet, pues aproveché para trabajar un poco y un enorme ventanal con vistas a un lago y un parque para niños. Un oasis de paz.

Antes de empezar me gustaría aclarar que yo fui a Hobbiton sin haber visto nunca en mi vida El señor de los anillos. ¡Aun así tuve claro desde el principio que era una actividad que sí o si tenía que hacer y que acierto!!!
Llegas por una carretera de colinas verdes y de pronto llegas al set cinematográfico. La entrada ya es preciosa, un papel desplegable donde tienes toda la información. La entrada cuesta 70€ y francamente los volvería a pagar porque me pareció una de las mejores actividades guiadas de la isla norte.
Al llegar te recogen en un autobús que empieza a ir por senderos con ovejitas mientras te ponen un vídeo de Peter Jackson con la música de la película y te va situando. Nos acompañaba nuestro guía Julien que me encantó e hizo que finalmente después de la visita mirase la película.
Al llegar y ver la vista principal del set te quedas sin palabras. ¿Cómo puede existir un sitio como ese?  Es precioso, el verde combina con las puertas de colores y con todos los detalles que no te puedes perder, desde ropa tendida, a la fruta, los huertos, la quesería, un auténtico flipe. Paseamos por toda la zona donde nos iban contando las diferentes escenas e incluso fuimos al parque de las fiestas o juegos y jugamos al juego de trenzar las cuerdas. 
La visita incluye una bebida en el famoso bar de la película y puedes catar la famosa cerveza de jengibre de NZ mirando el molino y el pueblo de Hobbiton.

Una de las cosas que más me llamo la atención y a la vez me gustó fue entrar dentro de una de las casas de los hobbits.
Nos dejaron escoger si la puerta verde o roja, yo escogí la verde y era increíble. Todo hecho a medida, puedes ver todas las estancias, en el comedor ves los juegos de mesa, todo a tamaño hobbit. 
Los dormitorios también eran preciosos, y me llamaron la atención las literas en las cuales obviamente un ser humano no cabe estirado.
Una de mis zonas favoritas fue la cocina, donde encima de la mesa podías ver la masa recién hecha del pan, el libro de recetas en su idioma y podías observar todo el exterior a través de sus ventanas. La zona del baño también fue una zona  muy curiosa de ver.
Al terminar la visita podías mandar una postal desde Hobbiton a tus seres queridos, cosa que obviamente hice.

Las Waitomo caves no quedan lejos del alejado Hobbiton y es una buena combinación para hacer. 
La entrada cuesta 47€ y francamente no volvería a invertir en esas cuevas porque me pareció un poco cara para la actividad en si. Son muy populares y famosas para poder ver los glowworms, también llamados luciérnagas que brillan en la oscuridad en color azul.
En el interior de la cueva está prohibido hacer fotos, hay una primera parte donde caminas y ves las distintas formaciones rocosas, y en la segunda subes a una barca y entras a la zona de las luciérnagas. Realmente hay cientos de ellas y es muy bonito, pero el momento de la barca dura apenas 8 minutos y hay muchas zonas de NZ donde es gratis ver las luciérnagas como en Rotorua. 

En resumen, en esta zona Hobbiton es un must, no os lo podéis perder porque me fascinó, insisto en que no es necesario haber visto las películas, aquí veis mi caso, pero para los fans creo que es algo sublime. La entrada y el guía son obligatorios para acceder, pero sin duda alguna merece mucho la pena.
Ya la opción de Waitomo como he comentado me pareció un poco excesivo viendo la durabilidad de la actividad, en verdad me decepcionó un poco.