Primera parada: Coron
Nuestra primera parada fue Coron, Palawan. Era una de las zonas que más ganas tenía de ver. El tiempo no fue el mejor, pero al menos no nos llovió durante el día y pudimos hacer todas las actividades que queríamos.
Nos alojamos en un hostel llamado Happy Camper Hostel que estaba super bien y podíamos compartir habitación los 6 juntos. El hostel tenía una zona común muy agradable y el personal que trabajaba allí, especialmente la chica, fue un amor porque nos ayudó en todo momento con todo lo que necesitábamos, estaba bien ubicado y tenía restaurantes bonitos cerca.
Mercado local
Al llegar por la mañana decidimos aprovechar el día e ir a la zona del puerto dónde salían las barcas para hacer un "island hopping" que es un tour por las islas.
Queríamos llevar algo para comer así, que nuestra primera parada fue en el mercado local del puerto, fuimos en tuk tuk. A mí no me impactó tanto porque ya había estado en otros países, pero sí que es verdad que impresionaba ver la carne allí encima, los olores, los platos cocinados, la fruta... Yo cogí un poco de pancit, los típicos noodles filipinos con verduras, y me los pusieron en una bolsita de plástico para comer con los dedos.
Island hopping
En el puerto al ser 6 cogimos un barco privado para hacer el tour que allí se llaman island hopping. Cogimos una de esas barquitas típicas de filipinas y empezamos a navegar dirección las lagunas. En el precio ya incluyeron las tasas de todos los sitios donde parábamos porque siempre hay que pagar.
El paisaje era espectacular, la tranquilidad de la zona era increíble y no hacía sol, pero la temperatura era muy agradable. Las montañas rocosas de la zona con mucha vegetación llaman mucho la atención, pues no entiendes como crecen los árboles en esa zona. Es realmente una maravilla de naturaleza.
Barracuda Lake
Nuestra primera parada fue en Barrakuda Lake. Llegamos con la barca a una pasarela de madera entre esos peñones de roca con vegetación increíbles. Cruzamos andando unas escaleras de roca y llegamos a una bahía muy bonita.
Una vez en el agua era muy caliente, lo cual nos sorprendió mucho porque la imaginábamos calentita pero no tanto. Dentro del agua el Barrakuda lake tiene una pared de roca increíble por fuera, pero lo más alucinante es mirarla por debajo del agua por donde sigue con las gafas de snorkel. Estar rodeado de esa bahía era simplemente maravilloso. Merece mucho la pena.
Perdidos en una playa de Coron
Otra de las paradas de la ruta fue en una playa remota en unos de esos peñones naturales espectaculares. Conforme nos acercábamos con la barca veía una playa de arena blanca con unas cabañas de madera y palmeras ideales para aislarte unos días del mundo.
En la playa paramos a descansar, bañarnos, comer un poco y aprovechamos para comer también un poco de fruta e hidratarnos. En el mercado local también compramos plátanos y mangos porque son de las frutas más deliciosas de Filipinas, y tengo que decir que sin duda los mangos de Palawan ¡son buenísimos!
Twin lagoon
Y llegamos a la parada más esperada. Las twin lagoon son sencillamente increíbles, aunque este nublado el agua tiene un color turquesa increíblemente bonito. No puedes acceder a ellas con el barco, pero sí que puedes alquilar si quieres un kayak, algunos son transparentes.
Fuimos nadando entre las dos, pasando por un túnel estrecho que las conecta y fue muy divertido. Nadar entre esa naturaleza me volvió a parecer lo más maravilloso del mundo. Con las gafas puedes ver también muchos peces, y si escalas un poco tienes unas vistas panoramicas increibles.
Skeleton Wreck
La última parada del día fue en Skeleton Wreck, fue un punto que la verdad me quedé un poco indiferente. En teoría íbamos a hacer snorkel en una zona con un barco hundido.
Cuando llegamos allí, la verdad que había muchas barcas y ya para empezar a hacer snorkel tenías que esquivarlas hasta llegar al punto donde no había. Y una vez allí había mucha gente y el barco era difícil de ver. Actualmente, tiene como flora pegada a él y ves una forma triangular, pero no es una silueta fácil de identificar. Quizás fue la visita más decepcionante del día desde mi punto de vista. Los chicos del barco increíbles, superamables y me ayudaron un montón a tomar fotos.
Coron
Y seguimos caminando por Coron. Descubrimos un restaurante donde cenamos una pizza muy rica y por las mañanas solíamos ir a desayunar llamado Island Brasserie. Para desayunar hacían los "pancakes" más grandes y gordos que he probado en mi vida.
En la zona centro hay más locales y un hostel con un bar para tomar algo y tiendas, pero no es una zona muy animada. Es más bien tranquila. También descubrimos un café muy bonito en el centro llamado Café Socorro con una estética divina y buen desayuno. Allí nos alojamos una mañana que no paraba de llover.
Escapade tour
Para nuestro segundo día en Coron cogimos un tour desde el hotel donde nos llevarían a visitar Banana Island, Coco beach y Malcapuya beach.
Nuestra primera parada fue en Banana Island, la verdad que fue una pena que justo empezar estuviera tan nublado porque hizo que esta preciosa isla con una larga lengua de arena perdiera un poco su encanto.
Seguimos navegando entre ese maravilloso paisaje mientras cocinaban una barbacoa en un lateral de la barca con pescado y verduras para hacernos una deliciosa comida en una de las islas. Fue muy relajante el paseo en barquita con la barbacoa en funcionamiento.
Coco beach
El paraíso tiene nombre y se llama Coco beach. El día mejoró y empezaba a clarear un poco. Conforme nos acercábamos esa isla era una maravilla, aguas turquesas, arena blanca y unas cabañitas para descansar del sol en primera fila.
Las cabañas parecían un hotel, pero solo era para resguardarse del sol. También había columpios, una zona de merendero y detrás unos bungalows dónde alojarte si te querías quedar. También había un sin fin de palmeras y ese lugar era simplemente perfecto. Allí fue donde comimos una rica comida con una presentación exquisita y pasamos gran parte del mediodía.
MALCAPUYA BEACH
A esta playa la llamaban la pequeña Boracay porque recordaba a esa isla paradisíaca de Filipinas. Nos acercaron con el barco a la parte trasera de la isla y al bajar andamos un poco por el agua hasta la orilla y cruzamos andando hasta la playa de ensueño, lo cual estaba muy bien porque estás en la playa sin ninguna barquita.
Era una playa de palmeras, arena blanca, agua turquesa, columpios, la verdad que un acierto. También hicimos snorkel que valía la pena porque había muchos peces de colores y era muy bonito. Sin duda es una isla muy recomendable para pasar un rato y descansar, la pena es que en el lado que te deja la barca el agua está llena de aceite y ves que está afectando al ecosistema.
Intento frustrado de ir a El Nido
Habíamos comprado billetes de Ferry para nuestra próxima parada, El Nido. En Palawan julio es una mala época porque hay muchas lluvias y de hecho en Coron cada noche llovía.
Nos levantamos a las 5 de la mañana para ir a coger el ferry a El Nido, y cuándo ya estábamos sentados en él nos dijeron que lo cancelaban por mal tiempo. Nos dijeron que venía una tormenta y que hasta dentro de 5 días sería difícil salir de la isla. Nos fuimos a desayunar al café socorro y decidimos cambiar los planes porque el mal tiempo de esa isla estaba estropeando las vacaciones, así que arriesgamos y compramos un billete de avión para mediodía a Cebú, aun teniendo el riesgo de poder cancelar nuestro vuelo.
Última sorpresa antes de abandonar Palawan
La verdad que creo que Palawan es un paraíso, pero julio no es la mejor época para visitarlo definitivamente. Nosotros no es que tuviéramos muy mala suerte con el tiempo, pero tampoco unos días increíbles de sol.
Cuando llegamos al aeropuerto me esperaba una última sorpresa. La verdad es que parte de la culpa es mía porque no leí los carteles antes d'entrar en el control. Justo antes de abandonar la isla, en un mercado local me compré un mango para merendar en el avión. Pues justo había un cartel que ponía que estaba prohibido sacar mangos de Palawan porque pueden contener una especie invasora. Fue mi culpa no leer el cartel y al pasar el control me "detuvieron" por llevar un mango, les expliqué que era para merendar y me dijeron que si fuese así que me lo comiera delante de ellos. Así que lo hice y se quedó aquí el susto. Fue una anécdota, pero a la vez cuando pasó me sorprendió mucho.